martes, 13 de abril de 2010

CATEDRAL DE PUEBLA


Aunque la primera sede de la diócesis se estableció en Tlaxcala, se cambió a la ciudad de Puebla en 1539, por lo que este obispado se inscribe en la historia como el más antiguo de México.Ninguna catedral más aventurera que ésta, dijo Manuel Toussaint al referirse al tiempo que llevó construirla. Fue proyectada por Francisco de Becerra y Juan de Cigorondo y se inició su construcción en noviembre de 1575. A partir de entonces avanzó con lentitud y varias veces fue interrumpida. En 1603 se labraron los pilares y alrededor de 1615 se cerraron las capillas hornacinas. Lentamente se continuó hasta 1626, momento en que el rey ordenó suspender la concesión de fondos para la obra. Fue hacia 1634 cuando se pidió a Juan Gómez de Trasmonte, maestro mayor de la Catedral Metropolitana, una readecuación del proyecto original con el fin de concluir la obra. Con su diseño, la Catedral adquirió un auténtico giro clasicista, al lograr romper con el antiguo esquema de salón y obtener una forma basilical escalonada. Los cambios planteados por Gómez de Trasmonte tuvieron que esperar el arribo del obispo Juan de Palafox y Mendoza a la Angelópolis para su realización. Según el propio testimonio del obispo, éste encontró el templo edificado sólo hasta la mitad de los pilares, sin techos, pues no se había iniciado todavía el levantamiento de los arcos y las bóvedas, sirviendo el lugar como escondite y refugio de prófugos y de indigentes.Durante su estancia en la ciudad, Palafox encargó la dirección de la obra al artista aragonés Mosén Pedro García Ferrer, arquitecto y escultor, pero sobre todo pintor y considerado como el mentor artístico del obispo. A él se debe la cúpula de la Catedral de Puebla, notable por su tambor octagonal que, ordenado con pilastras jónicas, configura en cada paño el motivo triunfal. Fue la primera que se realizó de este tipo en la Nueva España y la única construida con piedra pómez, lo que le confirió una singular ligereza estructural. La disposición lateral de arbotantes y la superficie exterior de la bóveda de cerámica polícroma subraya la originalidad de su composición, que tuvo notable influencia en numerosas cúpulas de iglesias poblanas.El suntuoso acto de consagración de la Catedral se verificó el domingo 18 de abril de 1649 por el obispo PaIafox, a las seis de la mañana, hora en que se bendijeron las paredes exteriores. El interior se consagró luego de cantos y exorcismos rituales. Enmarcaron tal acto las más brillantes y nutridas procesiones, además de infinidad de festejos, músicas, bailes de máscaras y juegos. La solemnidad y el lucimiento de esta fiesta, que no habían sido vistos nunca antes en ninguna ciudad de la Nueva España, coincidieron con la desgarradora e inevitable despedida del prelado Juan de Palafox y Mendoza de la ciudad de los ángeles. El obispo dejó su templo totalmente concluido en su interior, gracias al trabajo de sus 1 500 oficiales y peones. Se dice que tuvo un costo aproximado de 15 millones de pesos de oro común.La portada principal, llamada del Perdón, se concluyó en 1664. Es la puerta de honor y se abre sólo en grandes ocasiones. A la izquierda de esta fachada está la estatua de san Pedro, con un libro y una llave, y a la derecha se encuentra la de san Pablo, con la espada. Encima de ellas se observan dos escudos: los jarrones con azucenas simbolizan a la Inmaculada Concepción de María, a quien se dedicó esta iglesia; el otro escudo es el de España. Sobre la puerta izquierda, un relieve representa a santa Rosa de Lima, la primera santa americana, mientras sobre la puerta derecha se encuentra santa Teresa en el momento en que un ángel la hiere simbólicamente con una flecha en el corazón. Estos relieves datan del siglo XVIII. Enmarca esta vista frontal de la Catedral su enorme atrio, que brinda escenario a las poderosas torres, las más altas del país.La portada del costado que mira al Zócalo se llama de San Cristóbal. Junto a esta puerta, por el interior, se hallaba una gigantesca estatua de madera del santo de las “entradas y salidas”. Actualmente se encuentran allí dos pinturas, una alusiva a dicho santo y otra al milagro de san Miguel. El exterior de este pórtico se ve adornado con esculturas en altorrelieve que representan a los reyes de España, bajo cuyo gobierno se edificó la iglesia. Esta fachada, que fue terminada en 1690, es menos severa que la principal y muestra una mayor plasticidad compositiva y decorativa. Sobre esta misma zona norte se observa también la cúpula del Sagrario. Esta capilla tiene su entrada independiente y ostenta una cruz griega. Sus alcances arquitectónicos y decorativos son muy modestos y de características barrocas.Si el exterior monumental de la Catedral provoca en el visitante admiración, el interior nos reserva espléndidas muestras de arte novohispano. Su estructura arquitectónica presenta una planta rectangular que corre de oriente a poniente, donde está la fachada principal. El espacio sagrado se organiza en cinco naves: una central, dos procesionales y dos de capillas hornacinas. Aunque la Catedral es considerada como uno de los museos de arte novohispano más importantes por los tesoros que alberga, sólo centraremos nuestra atención en siete puntos: el altar del Perdón, las capillas, el coro, el ciprés, el retablo de los Reyes, la sacristía y la capilla del Ochavo.El altar del Perdón está situado inmediatamente después de la puerta principal, a la que le da su nombre. La figura central del altar es una bella escultura de la Virgen de la Miseficordia o del Perdón, que data del siglo XVIII. Frente al altar está el lugar diseñado originalmente como tumba del obispo Palafox, designio no cumplido pues finalmente sus restos quedaron en Osma, España.Distribuidas a los lados de la nave central se encuentran catorce capillas, ocho antes de llegar al crucero y seis después de pasar éste. En total, siete a cada lado del templo. Cada una de estas capillas guarda objetos artísticos de distintas épocas. Notables son las pinturas que las decoran, como las de Villalpando o la pintura italiana de la Tabla de la Sábana Santa que corresponde al Renacimiento tardío, expuesta durante la Semana Santa en la segunda capilla del lado de la Epístola. También destacan algunas esculturas como la del Señor de la Columna.Paralelo a los pasillos procesionales está el coro. Se accede a él por dos hermosas portadas barrocas, una de cada lado de la nave. Estas portadas lucen columnas de piedra cuyos zigzagueantes canales están decorados con oro de hoja- y están rematadas con un frontón. En la parte superior del coro se observan los ángeles que decoran el antiguo órgano.Dentro del coro podemos observar la hermosa sillería que data de principios del siglo XVIII. Cada uno de los sitiases es una obra maestra de ebanistería, pues fueron taraceados con maderas de distintas tonalidades y con hueso y marfil, formando arabescos. Al centro se observa una silla de mayor tamaño y ornamentación que corresponde al dignatario más alto. Es de notable belleza el facistol, o atril de libros corales, con apoyo abalaustrado de mármol de Tecali.Exactamente frente al coro se encuentra, sobre el cuadrado que forma el crucero, el ciprés. Este gran altar fue proyectado por Manuel Tolsá en 1797 y terminado por José Manzo y Jaramillo, quien fue el más notable representante del arte neoclásico en Puebla, en 1819. El altar es de planta octagonal sobre el que se levantan dos templetes sucesivos, uno interior, que aloja al tabernáculo coronado por una hermosa escultura de la Inmaculada Concepción, y otro exterior, monumental, soportado por ocho pares de columnas corintias. Tiene cuatro altares orientados hacia los puntos cardinales, con el principal dirigido hacia el coro. En su gran basamento hay una puertecilla para ingresar a la cripta de los prelados angelopolitanos. Un conjunto de ángeles esculpidos y frontones delimitan el primer cuerpo del altar. El segundo cuerpo es propiamente el remate cupuliforme.

Puebla


Por Cédula Real expedida el 20 de julio de 1538 en Valladolid, Carlos V y su madre la Reina Juana, otorgaron a Puebla un escudo de armas en el que se contempla una ciudad con cinco torres de oro asentadas sobre un campo verde y dos ángeles, uno a cada lado, vestidos de blanco, realzados de púrpura y oro asidos a la propia Ciudad. Encima, a mano derecha hay una K y a la izquierda una V, que quieren decir "Karolus Quintus". Las dos letras son de oro y en la parte baja de la Ciudad, bajo el campo verde, un río de agua en campo celeste y una orla en torno de dicho escudo, unas letras de oro en campo colorado que dicen: "Angelis Suis Deus de te ut custodiant te in omnibus viis tuis" ( "Dios ordenó a sus ángeles que te guardase en todos tus caminos" ).


PUEBLA quiere decir población o acto de poblar, y de los Ángeles, por la devoción de los franciscanos a los santos ángeles


Fundación de Puebla
Tres fueron las causas principales para la fundación de la Ciudad de Puebla. La primera consistía en que al repartirse las encomiendas del territorio de Nueva España entre los primeros colonizadores españoles y los soldados conquistadores, hubo algunos que no recibieron tierras. Para solucionar este problema se pensó en la fundación de nuevos poblados y ciudades, en donde el español trabajara sin requerir de la mano de obra indígena. Otra causa fue que, si bien habían sido aprobadas las encomiendas fundadas en el territorio conquistado, este sistema no era bien visto por el monarca español. El tributo indígena dado al conquistador mermaba en gran parte, lo que el rey de España podría percibir si los indígenas trabajaban la tierra y entregaban el tributo directamente al rey. Por esta razón, la Corona inició su plan para combatir el sistema de encomienda. Este consistía en la fundación de nuevas ciudades y en la paulatina prohibición de las encomiendas por medio de leyes. Finalmente, entre las ciudades de Veracruz y México no había ninguna ciudad donde los viajeros y comerciantes se detuvieran a descansar, revisar la mercancía y proveerse de lo necesario para continuar el viaje. Así, se pensó en fundar una población entre el Puerto de Veracruz y la capital de la Nueva España, en tierras que no hubieran sido otorgadas a algún español, ni que fueran posesiones de los indígenas, ni tampoco en las que hubiera algún asentamiento prehispánico. Finalmente, entre las ciudades de Veracruz y México no había ninguna ciudad donde los viajeros y comerciantes se detuvieran a descansar, revisar la mercancía y proveerse de lo necesario para continuar el viaje. Así, se pensó en fundar una población entre el Puerto de Veracruz y la capital de la Nueva España, en tierras que no hubieran sido otorgadas a algún español, ni que fueran posesiones de los indígenas, ni tampoco en las que hubiera algún asentamiento prehispánico. Las tres razones anteriores fueron la causa de que el gobierno de la Nueva España, desde 1530, pusiera en práctica lo planeado. Así se dieron facilidades a españoles para poblar la tierra conquistada, para que por medio de su trabajo, principalmente el agrícola, pudieran subsistir, además de generar más cultivos para la economía novohispana. Las tierras que se escogieron y que tenían las características de cultivo, fueron las situadas entre las ciudades de Tlaxcala y Cholula.
Para fundar la nueva ciudad se reunió a un grupo de españoles que no tenían posesiones y se les trasladó a un sitio entre la ladera sur de una colina, a la que se le llamó Cerro de San Cristóbal (hoy cerros de Loreto y Guadalupe), y la parte oriente del arroyo hoy llamado de San Francisco. Estos, fuero acompañados por los frailes Toribio de Benavente Motolonía, Jacobo de Testera, Luis de Fuensalida, Alonso Juárez y Diego de la Cruz.
En 1527 Fray Julián Garcés, nombrado Obispo de Tlaxcala, había fundado ya los conventos de Huejotzingo, Cholula, Tepeaca y Huaquechula, eficazmente ayudado por Fray Toribio de Benavente "Motolinía" y sus 11 compañeros franciscanos. Los 12 apóstoles de la Provincia del Evangelio.Lamentábase Fray Julián ante el rey Carlos V, de que en su obispado no existía ninguna villa de españoles y apuntaba la idea de que la tal villa traería como resultado un mejor enlace entre las ciudades de México, capital de la Nueva España y el puerto de Veracruz y, por consecuencia, con España (Por aquel tiempo los lugares habitados por españoles se reducían a las misiones, a los establecimientos mineros o "Reales de Minas" y a las guarniciones militares o "Presidios").
Atendiendo a las peticiones del Obispo Garcés y a las de la Segunda Audiencia (de la que formaba parte elVasco de Quiroga), doña Isabel de Portugal, Reina Gobernadora de España por ausencia de Carlos V, ordenó mediante una Cédula Real expedida el 18 de Enero de 1531, la búsqueda y el estudio del sitio para la fundación de la nueva "Puebla".Adelantándose a la llegada de la Cédula correspondiente, ya la 2a. Audiencia había dado algunos pasos en relación con la obra. Se había escogido un punto del valle Poblano-Tlaxcalteca situado entre varias poblaciones de importancia ya, como Cholula, Tlaxcala, Cuauhtinchan, Huaquechula, Tepeaca y Calpan, en las márgenes del río Atoyac, lugar excelente por ser un paso natural en el Altiplano, puerta de entrada a la Mixteca y de unión a la vez entre el Golfo y el Pacífico. El lugar elegido se llamaba Cuetlaxcoapan(Lugar donde se despellejan culebras), en la ribera oriental del arroyuelo llamado S. Francisco o Almoloya. Fue el 30 de marzo de 1531 cuando los Oidores comunicaron oficialmente haber elegido el sitio y determinado levantar la nueva población, dejando los trabajos iniciales a cargo de Hernando Saavedra de Elgueta, a quien la Audiencia escogió "Por sus cualidades y experiencia, aunque era "encomendero". Y del papel desempeñado por Elgueta dijeron los Oidores "Él trazó el dicho lugar y edificó el pueblo con sus casas publicas e iglesias y cincuenta casas de vecinos españoles, todo más de madera y algo de ello de adobes, por no darle trabajo a los indios de hacerlo de piedra".Plano de la Ciudad de Puebla Aunque algunos autores atribuyen "la traza" de la Puebla a "Motolinía", nos parece fehaciente el informe de la Audiencia. Por otra parte, la traza no ofreció mayores dificultades, ya que se utilizó el famoso "Trazado a Damero" (Como un tablero para juego de Damas), procedimiento traído por los españoles y que ya había sido usado en la isla La Española. El día de la fundación, con la presencia del Obispo Fray Julián Garcés, el Guardián del Convento de Tlaxcala Fray Toribio de Benavente "Motolinía " y del Corregidor Hernando de Elgueta acompañado por 33 vecinos españoles y de algunos vecinos Huejotzinca, Tlaxcalteca y Cholulteca, se procedió a la edificación de las primeras casas, hechas de madera y paja mezclada con barro; pero lluvias abundantes provocaron inundaciones y destruyeron lo construido, por lo que el lugar de la edificación fue trasladado a la ribera occidental del río, que era más alta y segura y tenía la inclinación deseada para un desagüe natural. Inicialmente se delimitaron 50 solares para iglesias y casas y, como ya se dijo, "el trazado urbano y los elementos materiales fueron hechos bajo la dirección personal del Corregidor". "Consta con certeza que otros fundadores fueron Juan de Yépez, Alonso Martín Camacho, Martín Alonso de Mafra, Pedro Gallardo, Juan Gómez de Piedra Parda, Hernán Sánchez, Alfonso González,, Gutiérrez Maldonado, Alvar López, Melchor Gómez, Juan de Vargas, Marina Muñoz Vda. de Prieto y el Corregidor Hernando Elgueta, quien tomó carta de vecindad. . " Después fueron llegando más y más pobladores. El 16 de abril de 1531 fue oficiada la primera misa según refiere "Motolinía", quien además escribió algún tiempo después, que hubo ocasiones en que parecía que la población iba a desaparecer a causa de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales, la escasez de alimento y otras calamidades… "Después estuvo esta ciudad tan desfavorecida, que estuvo a punto de despoblarse, ahora ha vuelto en sí y es la mejor ciudad que hay en la Nueva España después de México. . .".

En agosto de 1531, el Oidor licenciado Juan de Salmerón, solicitó y obtuvo algunos privilegios para la nueva "Puebla". La Corona Española determinó conceder el título de ciudad a la "PUEBLA DE LOS ÁNGELES", concediendo también a sus habitantes el privilegio de no pagar impuestos personales y comerciales durante 30 años. Estos privilegios fueron acordados en Cédula expedida por la Reina Gobernadora en Medina del Campo el 20 de marzo de 1532. Esta Cédula fue recibida con retraso, por lo que Lic. Salmerón la entrego el 25 de febrero de 1533 en una ceremonia solemne. Se dieron a los pobladores tierras a perpetuidad, granos para la siembra y otras ayudas y, así fue el principio de la que es hoy una gran metrópoli. Es de justicia reconocer que el licenciado Salmerón tuvo parte principal en el planeamiento, fundación, crecimiento y desarrollo de esta ciudad de los Ángeles, a la que siguió con gran interés aún cuando ya lejos de México formaba parte del Consejo de Indias.